La reforma integral de todo tipo de espacios supone un reto muy bonito de afrontar. Con bastante esfuerzo y en poco tiempo, la vivienda quedará como siempre has deseado. Sin embargo, para que todo salga bien, hay que conocer por dónde empezar a trabajar. En esta entrada, te explicamos con más detalles.
Por dónde se empieza a realizar una reforma integral
Todas las reformas integrales tienen que contar con unas fases y un orden establecido. Así, no solo conoceremos con exactitud los materiales a utilizar y el tiempo que vamos a emplear con diferentes zonas, sino que podremos planificar exactamente la mano de obra que necesitaremos en todas las habitaciones. Conoce por qué habitaciones se debe empezar la reforma, a continuación.
1. Baño
Se empieza por el baño porque está considera como la habitación más independiente al resto de la casa. Aquí, aparte de los sanitarios, contaremos con una decoración diferente (azulejos, suelos, techos, etc.). Lo más normal es empezar por los derribos y la retirada del bidé, el lavabo o la bañera. Posteriormente, se interviene en las bajantes o tuberías, la instalación eléctrica y, para acabar, se instala el plato de ducha, el nuevo lavabo, las baldosas… El mobiliario es para el final.
2. Cocinas
Como en el baño, primero se comenzarán a retirar todos los azulejos o mobiliario (el cual se instalará, de nuevo, como último paso). Se realizarán los trabajos con las instalaciones, las tomas de agua, baldosas, puertas o ventanas. Luego, se empezarán a instalar los muebles y el falso techo, encajando ambos como si fueran un puzzle.
3. El suelo en la reforma integral, el tercer paso
El pavimento será nuestro tercer paso tras haber intervenido en el baño y la cocina. Si el suelo es igual en toda la casa, lo ideal es intervenir de golpe. Si no, por estancias: primero las habitaciones y, posteriormente, el salón. Recuerda los rodapiés, si es que cuentas con ellos.
4. Puertas y ventanas
En el caso de las puertas, vital es que esté el suelo instalado por si necesitas recortarlas. Lo mismo ocurre con las ventanas, prestando especial atención a las de tipo balcón, que van rozando el suelo y cuya apertura puede estar comprometida en el caso de realizar mal las mediciones del suelo.
5. Conductos
Es hora de tocar todo tipo de tuberías y conductos que pasen por todas las habitaciones. Es lógico, puesto que luego vas a intervenir en las paredes si no has tenido que cambiar puertas y ventanas. Ten en cuenta si vas a instalar antes de comenzar los trabajos el aire acondicionado. Tendrás que saber en qué habitaciones lo deseas y por dónde van a ir los conductos (que en el caso de la cocina pueden ir por el falso techo, por ejemplo).
6. Paredes
En toda reforma, las paredes y la pintura deben dejarse para el final (contando, eso sí, que siempre deben realizarse agujeros o conductos en muchos pasos anteriores), puesto que en los trabajos se producen golpes y desperfectos. Más si se desea apostar por el papel pintado.
7. Zonas exteriores
La intervención en zonas exteriores, como jardines, balcones o terrazas siempre debe ser uno de los últimos pasos. Ya tendrás parte de la vivienda reforma, que es lo más importante, por lo que se podrá continuar con todos los elementos fuera del núcleo principal del hogar.
8. Decoración
En toda reforma integral, lo último es la decoración. Es la favorita de muchas familias, ya que permite dar rienda suelta a la imaginación. Estilos, formas, mobiliario, elementos… Es momento de ponerse manos a la obra y de participar más activamente en la reforma.